Una «exposición» misteriosa…

Me encanta tener tiempo libre pero por algún motivo, cuando veo un calendario vacío de actividades extra, siento la irresistible necesidad de llenarlo. Como tener un trabajo de supervivencia a jornada completa y escribir sobre lo que me interesa el resto del tiempo no es suficiente; a la vista de un verano sin vacaciones (hasta octubre no me toca este año) me dije: ¡voy a hacer un intensivo de inglés! Consecuencia: una maravillosa contractura en la espalda que no me deja ni dormir, así que este fin de semana tuve que hacer una visita de urgencia al fisio.

El caso es que al salir del fisio y como caminar me va bien (tranquilos que ya llegamos al meollo del asunto), pensamos con mi pareja que estaría bien visitar algunas galerías que quedaran cerca de la consulta, en Francesc Macià. Nos sorprendió un poco que no hubiera un poco más de oferta, o mejor dicho, que no hubiera nada de nada. Google necesita actualizar su información porque la única galería que encontramos, ahora es un restaurante. Así que empezamos a vagar sin rumbo hasta que atado a un semáforo con unas bridas vimos este cartel:

Ni siquiera parece legal del todo colgarlo del mobiliario urbano, pero allí estaba: el anuncio de una «art expo». En vista del éxito de las galerías de la zona de Francesc Macià, decidimos irnos a este hotel a ver qué ofrecían en realidad. Aunque estábamos abiertos a la sorprendente posibilidad de encontrar obras auténticas… intuíamos que había gato encerrado, sobretodo cuando nos fijamos en que los carteles habían sido reciclados:

No se ve muy bien en la foto, pero en directo se veía claramente que debajo había escrito: Hotel Spa «La Terrassa» Platja d’Aro, con las fechas correspondientes.

Parecía más un fake que otra cosa, pero teníamos que asegurarnos y ni cortos ni perezosos pusimos rumbo a guirilandia, porque el hotel está al lado de plaza Urquinaona. Cuando llegamos no sabíamos muy bien si nos iban a tomar por tontos, si nos saldría alguien de un programa de cámara oculta o si nos llevarían a una habitación para extraernos un riñón a cada uno. Ya os adelanto que conservamos ambos riñones, así que no sufráis. Al final entramos y preguntamos por la expo en recepción; casi estuve tentada de preguntarlo en inglés, no sólo para poner en práctica el intensivo sino porque parece ser el idioma oficial del centro de la ciudad.

Y, tal como esperábamos, era un timo como una casa. Bueno, es cierto que había objetos enmarcados dispuestos en fila, pero ahí acaba cualquier parecido con una exposición. Era una venta de láminas y de copias de esculturas. Las láminas aún tenían un pase, pero no sé por qué eligieron vender copias de algunas de las esculturas más horteras que he visto jamás:

En fin, una aventurilla veraniega sin más. Aunque me pregunto por los motivos de este sistema de venta. ¿Es eficaz? ¿Pican más un atajo de guiris de vacaciones, tal vez medio borrachos, sobretodo en Platja d’Aro, que la gente normal y corriente que quiere una lámina para colgarla en el comedor de casa? ¿No es más práctico montar una web y promocionarse por internet que pagar una «exposición» itinerante (que, por cierto, mi madre jura haber visto también en París)? Supongo que son preguntas que quedarán sin respuesta. Eso sí, debo decir que el hotel era precioso, algo es algo.

2 comentarios en “Una «exposición» misteriosa…

  1. Por lo comentado, una explicación que creo posible, es un simple negicio complementario, que ahora no recuerdo el nombre en ingles, que es lo preceptivo, que se refiere a ganancias al margen del negocio principal. Los hoteleros tienen las salas de convenciones y otros eventos, muy vacias en determinados meses, y deben aprovechar para montar un «chiringuito»/»mercadillo», con productos que no requieren especial vigilancia, aparte de la propia del establecimiento, el engaño es «vestirlo» de «exposicion»!!!! Aparte de la publicidad, que es de lo mas cutre!
    Muy buena la observación y muy entretenido el comentario,

    1. Ah! Pues no lo había pensado así… ?
      Claro, parece una explicación razonable, la verdad, y es lógico que quieran aprovechar los espacios a su disposición para sacarse un dinerillo extra. Aunque ya puestos podrían hacer algo un poco menos cutre…
      Gracias por la aportación, Nuria!

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