Horror en el portal

Estos murales dejan mucho que desear, algunos sólo están desfasados, la mayoría son feuchos, pero los hay que son tan espantosos que hasta resultan entrañables. Es de suponer que cuando hicieron el encargo, estas comunidades de vecinos pagaron su buen dinero para adornar la entrada con un mural que diera prestancia al inmueble, que fuera decorativo, tal vez original, moderno; para que destacara entre los demás edificios de la calle y el cartero jamás se perdiera. Pero sobretodo debían de querer algo agradable a la vista. No nos engañemos, después de un día de trabajo, la mayoría de la gente quiere ver algo bonito, no un reto para las neuronas. Y la verdad es que el resultado no siempre pasa la prueba del tiempo: lo que ocurrió en los 60-70 para que estos jinetes del apocalipsis se vieran estupendos… eso quedará para Cuarto Milenio.

¿Tienes que soportar la visión diaria de un mural terriblemente feo en tu edificio? ¿Tus amigos quieren arrancarse los ojos cuando vienen a casa? O peor aún ¿estás tan acostumbrado/a a verlo que hasta te parece bonito? No lo dudes más, ¡mándanos la foto y la ubicación para futuras entregas de horror en el portal!

Demos una vuelta por algunos de los portales más perturbadores de la ciudad de Barcelona. Si queréis disfrutarlos en persona, también hemos elaborado un mapa de la zona recorrida en esta primera entrega.

 

Travessera de Dalt, 12

Muy cerca de la Plaza Lesseps, tenemos un mural que nos retrotrae a toda una época de esplendor de este estilo figurativo geometrizante. A mi personalmente me recuerda al colegio. En el mío había más de uno y mientras yo era alumna, recuerdo que pintaron otro en el comedor, allá por los 90, que curiosamente seguía a rajatabla la misma tendencia de los 60-70, cuando la iglesia intentaba hacerse la modernilla con sus adaptaciones postcubistas-clasicistas de las escenas sacras. Tal vez en el momento les pareció la repanocha, pero ahora se ve más que pasado.

 

Travessera de Dalt, 8

Casi pared con pared, tenemos este insecto disecado y forjado para durar eternamente. Es muy posible que los respectivos talleres -de esta obra y la anterior- fueran la mar de amiguetes porque beben de fuentes parecidas. No se puede decir que sea lo más feo (eso vendrá luego) que he visto jamás pero se nota que los años no pasan igual de bien para todos.

 

D’Elisa, 7-13

Lo que viene a continuación podría muy bien provocar pesadillas. Almas sensibles, proceded con cautela.

Lo sé, no es un mural, pero cómo resistirse a compartir tamaño desatino… Así sería una cárcel futurista en una peli de los años ochenta. Es muy difícil fotografiar este edificio de viviendas porque la calle es estrecha, así que aquí os dejo solamente una muestra de esta masa de cemento, superpuesta en capas y más capas de proporciones monstruosas. En resumen: de pesadilla, sobretodo para los vecinos de enfrente.

 

Berna, 40

Para recuperarnos, hete aquí una pequeña muestra, casi graciosa, de lo que serían las cocinas de los setenta.

Detalle de una de las baldosas, que parece la vista microscópica de una placa de Petri llena de gérmenes.
Y por si alguien se lo preguntaba, la jardinera estaba impoluta, ni siquiera un papel de chicle.

 

Folgueroles, 36-42

Pero sigamos, que en el negocio de lo feo no hay descanso que valga.  En la línea de lo anterior tenemos esta entrada de parking.

 

Bertran, 41

El diseño, la gama cromática… absolutamente todo falla en nuestro siguiente invitado. Es como un intento de imitación de un algo parecido a Subirachs (que tampoco es santo de mi devoción, la verdad sea dicha).

 

Teodora Lamadrid, 47

Aquí no sólo la elección del color es cuestionable, al menos desde una visión contemporánea, la gran pregunta que uno se hace cuando ve estas baldosas es: ¿cuánta gente estaba borracha durante la ejecución del proyecto? ¿El ceramista, que no entendía que las piezas tenían que encajar entre sí? ¿El operario que las colocó y pensó que tanto daba? ¿El propietario o propietarios que no los colgaron de las pelotas y que encima pagaron religiosamente por un trabajo tan mal realizado?

Es que de cerca, no hay uno sólo que esté bien. Ni uno.

 

Lluçanes, 6-8-10    Plaça Bonanova, 1

El siguiente entra en la categoría de curiosidad. Puede que esté, como todos, pasado de moda, pero es tan cuco como entrar en un capítulo del inspector Poirot.

El Bonanova Park nos recibe con un mapa vintage que nos indica la situación de cada uno de los edificios que componen esta comunidad. Y ojo que aquí viene lo mejor, cada edificio tiene su nombre: Bolonia, Palermo, Versalles y Luxemburgo. A ver, ¿quién no quiere vivir en un edificio con nombre propio? Y además, cada uno tiene su propio mural con estilizaciones de lo «típico» de cada lugar.

Versalles

 

Palermo
Bolonia
Luxemburgo (aquí o cambiaron de diseñador o es que Luxemburgo no tiene nada que valga la pena)

 

Sant Gervasi de Cassoles, 74-80

Pero como siempre, lo mejor se deja para el final.

El postre.

El crimen más grande jamás llevado a cabo en un portal.

Esto sí que es de las cosas más feas y perturbadoras que he visto nunca y es de hecho, el engrudo intragable que dio lugar a la caza y captura de otros adefesios similares:

Es tan y tan feo que parece mentira que exista en el mismo espacio-tiempo que obras de belleza inconmensurable creadas por la misma especie como…no sé, para no caer en topicazos que cada uno piense en uno de esos artistas sin los que la humanidad sería mucho más pobre. Y por otro lado ¿qué es? ¿qué quiere representar? ¿Una especie de Jesucristo o Prometeo? ¿La creación del universo? ¿Y qué se supone que es esa estrella de la muerte a su izquierda? Cuántas incógnitas se agolpan en este portal…

Con estos detalles os dejo.

 

Y sobretodo, si tenéis cerca un portal que pide a gritos ser derribado ¡compartid vuestros horrores con el mundo!

 

 

Un comentario en “Horror en el portal

  1. En La Pau y La Verneda, barriobajero yo, hay hormigones o baldosa de la que se usa en retretes. Albañiles planos. Por allí debían ya hacer acto de presencia algunos alfareros con maña. Seguramente algunos tendrían tarjeta de visita. Los acabados, en cuanto a material, no parecen malos.

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